Magda Goebbels
Magda Goebbels fue una figura muy importante durante el período en el que el Partido Nacionalsocialista de Adolf Hitler tenía el poder en Alemania. Se casó con el líder del partido en hechos que se hicieron públicos en diciembre de 1931. La pareja, conocida como “los Goebbels’, acabó siendo una pieza clave dentro de la élite nazi.
Magda nació el 11 de noviembre de 1901 en Estados Unidos, hija de un matrimonio alemán ya casado anteriormente. Su nacimiento inspiró a su madre para escribir la novela La Colina de la Vida, una famosa historia de amor entre una mujer alemán y un hombre americano. Cuando Magda tenía cinco años, sus padres regresaron a Alemania, donde fue educada en una prestigiosa escuela católica. Su hermana Gemma también protagonizó una novela, titulada Magda Goebbels, una historia sobre una dama de la alta sociedad alemana.
Los primeros años de la relación entre Magda y Hitler eran nada más que una amistad. Las dos personas se conocían desde la juventud, y durante el ascenso de Hitler al poder, él se aseguró de que ella estuviera cerca de él. Sin embargo, la relación no se convirtió en una cosa íntima hasta que Magda se divorció de su primer marido en 1929. Comenzaron entonces un romance que se mantuvo en secreto.
En diciembre de 1931, la pareja se casó. Esta unión fue una decisión inesperada para la prensa y los seguidores de Hitler, que durante años lo habían visto como un soltero inalcanzable. Para la época, Magda era una mujer excepcionalmente fuerte. Fue la primera persona en el mundo en destacar el peligro de un líder politico totalitario como Hitler, y fue responsable por la enorme popularidad del régimen.
Influencia de Magda Goebbels
Una de sus mayores contribuciones a la cultura alemana fue la evaluación crítica de Hitler. Era la única persona que se atrevía a discutir abiertamente con él, y esto contribuyó significativamente a su fama y su régimen. Esta influencia se extiende a la Kulturkampf, un movimiento contra el pasado político alemán. Magda inspiró a Hitler a convertirse en un más profundo estudiante de la cultura alemana. Esto ayudó a la propagación de hacer del nazismo uno de los movimientos de más alcance de la historia.
Además de ser una influencia en la política, Magda se esfuerzó por ser una mentor para Hitler, de la que él se podría apoyar. Se hizo famosa por dedicar su tiempo y energía a ayudar a otros. Un ejemplo es cuando ayudó a Alemania durante la Primera Guerra Mundial. Durante sus últimos años de vida, Magda trató de mejorar la situación de la población alemana al luchar por los derechos de los niños. Organizó campañas para aumentar la educación, prevención contra enfermedades y estimular el trabajo de las mujeres en Alemania.
Exilio de Magda Goebbels
Siempre fue un ser alegre y optimista, y decidió que los Goebbels no se unirían a los nazis en su última batalla. En mayo de 1945, Magda huyó a Suiza con su familia, cuando los aliados se acercaban a Alemania. Desafortunadamente, todos los miembros de su familia murieron en la fuga, de hambre o de frío. Magda se escondió durante un tiempo antes de regresar a Alemania.
En 1948 Magda volvió a su hogar en Berlín. Se convirtió en una de las primeras voces de la resistencia antinazi que predominó en el posguerra. Habló abiertamente de su experiencia con el nazismo y de cómo creó y alimentó la propaganda nazi. Su testimonio ayudó a convencer a las personas de la magnitud del mal que habían causado.
Magda se dedicó a promover la paz y la tolerancia durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En 1948, fue elegida diputada del Parlamento de los Decretos de Ley de Berlín, una posición que desempeñó hasta 1951. Además de abogar por los derechos de las mujeres y los niños, trabajó para asegurar que los ex miembros del partido nacionalsocialista tuvieran su lugar en la nueva Alemania.
Muerte de Magda Goebbels
Al final de la Segunda Guerra Mundial, Magda y su familia se instalaron en Berlín Oriental. Ella esperaba que el final de la guerra trajera algo de esperanza a los alemanes, pero en cambio el país enfrentó un bajo índice de vida. Para ella, la derrota significó el fin de la utopía en la que había creído. Magda comenzó a experimentar un profundo desespero, que la llevó, en los últimos momentos de su vida, a tomar la decisión de cometer suicidio junto con su marido. El 1 de mayo de 1945 falleció junto a Hitler.
Legado de Magda Goebbels
Si bien su nombre está unido a la Figure de Adolf Hitler, el legado de Magda Goebbels fue mucho más profundo. Muchos críticos reconocen su papel en la creación del nacionalsocialismo, y su trabajo para ayudar a los afectados por la Segunda Guerra Mundial es ampliamente elogiado. Su posición como mentor, protector y confidente de Hitler no debe ser subestimada.
La figura de Magda Goebbels permanece como una de signo de un periodo difícil en la historia de Alemania. Su influencia tuvo repercusiones profundas en la vida de muchas personas, y su compromiso por la justicia y la democracia es una lección para la humanidad.
Carrera de Magda Goebbels
Durante su vida, Magda fue activa en la carrera política alemana y desempeñó un papel clave en varios aspectos de la vida política de la Alemania de fascismo y de la postguerra. Después de su divorcio en 1932, se unió abiertamente al Partido Nacionalsocialista. Se hizo cargo de varios puestos en diferentes ámbitos políticos, como líder del Movimiento de Mujeres Alemana, organizador de aliados durante las elecciones de 1933, y Presidenta de la Unión de Mujeres Nacionalsocialistas de Berlín en 1935. También ocupó cargos académicos y fue elegida diputada del Parlamento de los Decretos de Ley de Berlín en 1948, donde se dedicó a luchar contra la discriminación racial.
Legado Artístico de Magda Goebbels
Al igual que su marido, Magda fue un personaje importante de la cultura alemán de la época. Se convirtió en una floreciente periodista y escritora con el apoyo de Hitler. Sus artículos y libros trataban temas como el amor, la familia, el patriotismo, el deber de soportar el sufrimiento y el papel de la mujer. Su novela más conocida es El Libro de Magda Goebbels, que fue publicada en 1936.
Además de escribir, Magda también era una experta bailarina que representó a Alemania en diferentes festivales internacionales. Solía actuar en la famosa Ópera de Berlín. Este fue un gran logro para una mujer de su época, especialmente porque el teatro había sido uno de los primeros en caer bajo el control de la censura nazi. A raíz de la guerra, contribuyó a la propagación de la cultura alemana al ayudar a salvar algunos de los principales trabajos artísticos del país.